Conocí a D. José a principios de la primavera de 2017, al poco de comenzar a trabajar en una plataforma de servicios de Fisioterapia a domicilio. Cuando llegué a su casa, me encontré con un hombre con cara afable y bonachona, con el pelo más blanco que negro, recostado en el sofá del salón y con las piernas a lo largo de él. En el parte de trabajo se requería “Fisioterapia Neurológica”.